Es una figura en que se toma el todo por la parte o viceversa. Por ejemplo, cuando escribimos “el hombre del siglo xx vive bajo la amenaza nuclear”, se atribuye a la palabra hombre (una parte) el sentido de la humanidad (el todo). Y al revés, cuando decimos “la ciudad se inundo”, se sobreentiende que solo una parte de la ciudad se ha inundado, aunque tomemos el todo por la parte.
jueves, 19 de marzo de 2009
Sinécdoque
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